Introducción

Como farmacéutico y boticario , muchas veces me he enfrentado  a tareas que poco o nada tenían que ver con mi formación académica, pero que eran fundamentales para mi profesión/empresa/negocio y he tenido que tomar decisiones, algunas trascendentes, otras no tanto,  que buscaban siempre una mejora, una solución a un problema,  o una nueva orientación;  cambios en definitiva,  y muchas de esas veces sabía que no tenía el conocimiento ni la experiencia suficientes para actuar con una  mínima garantía de éxito, más allá del puro sentido común, o incluso del propio azar. Necesitaba un método en definitiva que me diese seguridad y criterio a la hora de tomar una decisión.

Recuerdo una de mis primeras decisiones. Recién llegado. (Baena, noviembre del año 1996. 7 farmacias):

 

La farmacia con el anterior propietario no abría los sábados por la mañana. Parece ser que no merecía la pena hacerlo. «¡NO MERECE LA PENA HACERLO!» Fue la respuesta del auxiliar. «Los medicamentos los pueden adquirir cualquier otro día, y en caso de urgencia, siempre hay una farmacia de guardia abierta. Los boticarios del pueblo se reunieron y lo decidieron así«. (Entendí que se refería al aspecto económico,  lo de que no merecía la pena abrir los sábados).

 

Pero yo necesitaba DATOS CONCRETOS; datos que me dijesen si efectivamente era así o no. Aparentemente no resultaba complicado: Primero calculé el coste de abrir un sábado por la mañana (luz, salarios…) después calculé lo que tenía que vender para compensar ese coste, y vi que la cifra no era muy alta, por lo que me animé… para posteriormente desanimarme tras hablar de nuevo con el auxiliar y constatar el jaleo que habría que organizar en los turnos, dejando la farmacia mal atendida en otros momentos, «la paliza de trabajo, para ganar cuatro perras, cuando además la gente se ha acostumbrado a que los sábados las farmacias cierran«.

Aprendí dos cosas: primero y más importante, que no conocía lo suficiente mi farmacia y que para decidir bien necesitaba SABER y CONOCER; segundo, lo difícil que es calcular el coste salarial por hora de trabajo. (Creo que las gestorías lo hacen a propósito para dar más valor a su trabajo.)

 

Seis meses más tarde, comenzamos a abrir los sábados por la mañana…

 

La farmacia como empresa, tiene múltiples aspectos diferentes que requerirán nuestra atención. ¿Queremos vender más? ¿Queremos comprar mejor? ¿Queremos exponer mejor? ¿Queremos financiarnos para reformar? ¿Cómo mejorar el orden interno? ¿Nuestros empleados están satisfechos y realizados?. Muchas veces  queremos resolver aspectos concretos, que pueden ser simplificados siguiendo un MODELO  de actuación, y por supuesto, teniendo una visión amplia y clara de la farmacia, entendiéndola como un todo con todos los elementos relacionados entre si.

La farmacia como centro sanitario tiene una misión clara: la labor asistencial centrada en el MEDICAMENTO. Nuestro trabajo, nuestra misión, nuestro desempeño giran en torno a El. Soy un firme convencido de que «sin farmacia no hay parafarmacia».

 

Personalmente entiendo que ambas facetas -la empresarial y la sanitaria- tienen que convivir perfectamente pues no son, o no deben ser incompatibles, y de la misma forma que a través del ejercicio profesional como farmacéuticos intentamos realizar nuestra labor asistencial y sanitaria procurando de paso conseguir los mayores ingresos posibles por nuestro trabajo, debemos pelear también para tratar de aumentar ventas en la parafarmacia en general y explorar  cualquier otra posibilidad que la farmacia nos ofrezca. -Este es el interés del blog y a él me aplico-, lógicamente sin olvidar nunca lo que somos, es decir, FARMACÉUTICOS.

 

Por supuesto que no existe una mejor forma de dirigir una farmacia; hay muchas buenas formas de hacerlo, probablemente tantas como farmacias, y no es objeto de este blog el explicar paso a paso las soluciones que yo he adoptado para cada problema concreto que he tenido que resolver. Insisto, no existe una mejor forma de hacer las cosas, pero teniendo claro y asumido el  modelo de farmacia en el que creemos; sabiendo de dónde venimos y lo que somos,   basada por supuesto en el cliente, y apoyada en una gestión adecuada, con una imagen cuidada y comercial,  es seguro que alcanzaremos la farmacia que queremos. Estaremos seguros de lo que hacemos, sabremos en qué dirección queremos caminar, y avanzar. ¡Y LO HAREMOS!

 

Recuerda, Un lema debe dirigir nuestras decisiones profesionales:

LA FARMACIA CENTRADA EN EL CLIENTE

Fernando Tutau

Farmacéutico, licenciado Universidad de Granada 1987-1992 Licenciado en Medicina y Cirugía Universidad de Granada. 1993-1998 MASTER EMBA ESIC, 2011-2012 Farmacéutico titular de Oficina de Farmacia desde 1996.

Deja una respuesta